jueves, 14 de junio de 2007

La mufa del viejo.


La mesa del bar estaba coja, como siempre. El cartel de la entrada lucía su iluminación a medias. El "Don Tinto" que debía destacarse por completo, sólo tenía prendidas algo así como un "D_n T_ nt_ ". Pero no importaba, con que una de esas luces estuviera funcionando era posible ubicar la entrada al local. Sin duda que funcionaba como un verdadero farol en medio de la noche.
Esta vez se había puesto rebelde la famosa mesa, no sivió la típica tapa de bebida para estabilizarla, asi es que tuvimos que acostrumbrarnos a su persistente meneo. Algo mínimo para quien va por ahí a tomarse algo, conversar y fumarse algunos cigarros.
Nos sentamos, prendimos los cigarros, pusimos nuestros vasos sobre la mesa, y nos quedamos mirando como se movía el contenido de los vasos. Eso hasta que uno de nosotros tiro el tema al aire. En todo caso era el tema obligado de la noche, era esperable que saliera tarde o temprano.

- No sé ustedes, pero siempre me pregunté cuando sería. Dijo Maldonado con el vaso en sus manos.
- Cuando sería que.
Contestó fruciendo el ceño Martínez.
- Desde que tengo uso de razón sabía de que el tipo este existía, y que algún día moriría.
Muy convencido de sus palabras, tomó un sorbo del vaso y se quedó pensando.
- ¿De qué está hablando este huevón?.
Me preguntó Martínez con el pucho en la boca, buscando explicación. Yo sólo arruge la nariz y levanté las cejas, también empiné el codo.
- Era algo que todo el mundo esperaba, ya sea para celebrar o para llorar. Pocas veces una muerte captura tanto interés, ¿No les parece?
Con Martínez nos miramos, era mejor dejarlo hablar sólo, algo bueno saldría de todo eso.
- Uno siempre se imaginaba el extra de último minuto que anunciara su muerte. El despacho de los enviados especiales, las viejas menopausicas llorando en el barrio alto, la plaza italia llena de jotosos hediondos a navegao y jote gritando y saltando como si estuvieran en la UP ¿no?.
Silencio, humo, mesa coja y ruido de vasos.
-Bueno, yo al menos siempre me pregunté eso. Cuando me llamaron por teléfono para contrme la noticia sólo atiné a responder un "No " desde las entrañas, algo exagerado por cierto. Y claro, lo inesperado nos pilló por sorpresa, finalmente había muerto.
Estaba convencido de que lanzó una frase para el bronce. Su rostro siempre tranquilo, tomó de su vaso y nos fijó la mirada a ambos. Nosotros en silencio.
- ¿No creen que este huevón quiso cagarnos la semana a todos? Como chucha se le ocurre acostarse con terno justo el Domingo anterior a la final de la sudamericana!!!.
Se tomó al seco el vaso, su rostro ya dejaba escapar la rabia contenida.
- Ni huevón iba a salir a la calle!!!, Ni cagando me metía entre esos comunistoides pajeros y esas viejas hediondas a naftalina, yo estaba guardando el ánimo y la garganta para hacerlo a mediados de semana. No estaba en mis planes sacrifiacar la tarde de un Domingo, por muy pajera que fuera, yo quería salir a la calle con una bandera blanca y mi camiseta huevón, mis amigos y una estrella más en la insignia, borracho de euforia...
Silencio, humo, mesa coja y ruido de vasos.
- Pero resulta que el viejo de mierda este escogió el día menos oportuno para irse. Esa semana era de la final. No tenía que haber otra cosa más importante que esa en las noticias. Estaba todo listo y ordenadito para celebrar la copa. Un triunfo huevón, eso que tanto se pide al deporte huevón, estaba ahí, al alcance de la mano....pero el muy pelotudo tenía que morirse esa semana...
Con Martínez ya le tomamos el peso a sus palabras. Parece que las tenía bien guardadas Maldonado. Fuera de nosotros dos no eran muchas las personas que quiseran escucharlo.
- Eso se llama mufa huevón, yeta, mal de ojo...Ese viejo culiao nos cagó...Nos tenía que mufar este huevón. No podía haber algo más importante que él...no, tenía que cagarnos la única final en 15 años que tenía el fútbol chileno.
Con Martínez mirabamos hacia el suelo, al parecer yano era tan interesante o que decía el colérico Maldonado.
- ¿Y así decían que era colocolino el muy desgraciado? Por lo mierdoso tendría que haber sido de la Unión, o de la Católica.
- O del Wanderers.
Irrumpió Martínez.
- Que cresta tiene que ver el Wanderers huevón!!!
- No sé, pero me acordé de un tipo mierdoso y que es del Wanderers.

Maldonado estaba muy enojado. Se descargó con nosotros, y de pasada con la mesa coja, pues cuando terminó de hablar tiró el vaso fuerte a la cubierta, esta tambaleó de allá para acá botando el cenicero que ya acumulaba tres o cuatro colillas. Se levantó de la mesa y se fue al baño gritando cosas como "Era nuestra semana, y el muy desgraciado la mufó"

Martínez me miró y luego dijo.

-¿ A ti te hablé del Negro Fernández? El mierdoso ese del Wanderers, ¿te hablé de él o no?

Le dije que no. Ahí Martínez empezó a hablarme, sin que le tomara mucha atención. Estaba pendiente de la cojera de la mesa y de las palabras de Maldonado.

Puta que cuesta celebrar. Las cosas simples son las que llenan más a los hombres, y hasta el momento no hay nada que llene más que la simpleza del Fútbol...y justo ese viejo de mierda tenía que mufarla!!!
Creo que Maldonado tenía la razón.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial weon.. hasta me imagine la musica añeja de eso tipicos wurlitzers de bar chicha.

Me gusta la onda de tu blog, huele a bar malo, a chela barata y vino pipeño, a cigarros amargos, a ventiladores girando lentamente y haciendo ruido.

Te agrego a mis links.

YUPI

Anónimo dijo...

ta piola el cuento loko, eso.

ya cho flako culiao

Anónimo dijo...

El cuento me recuerda esa pudredumbre del depto. de Caligula... esa soberania intachable de los recuerdos hechos con el aire oscioso y la falta de oxigeno... un brindis...

chao

Elenor dijo...

Excelente, divertido, me rei xDD . Las trivialidades d ela vida, anecdotas y demases pasan a ser divertidos relatos, en un ambiente oscuro y como dijo el pipe , como de antro, bar de segunda, etc. Me encantó, espero que sigas asi te agrego a mis favoritos.

Bye
Sol